¿Estás pensando en comprar un coche eléctrico pero te preocupa el hecho de poder cargarlo en tu propia casa? Obviamente, no es lo mismo vivir en un ático en centro que en una casa de campo… Hoy en este artículo ponemos a tu disposición todo lo que necesitas saber, desde qué tipo de cargador comprar hasta las opciones de carga de las que dispones si vives en un apartamento.
Independientemente de donde vivas, ya sea un adosado, un chalé o cualquier casa que te permita estacionar tu coche dentro de tu propiedad, hay dos maneras de cargar tu coche eléctrico en casa. La primera y más recomendada es hacerlo utilizando un cargador doméstico específico, se les conoce como cargadores ‘wallbox’; y la otra posibilidad es mediante una toma de corriente estándar.
Y pensarás, si puedo cargar mi coche eléctrico directamente al enchufe igual que cargo el teléfono móvil, ¿para qué necesito un cargador walbox? La respuesta es sencilla, la carga desde una toma de corriente estándar es extremadamente lenta, aunque no es su único inconveniente con respecto a las ‘walbox’. Los cargadores de pared específicos, además de ser más rápidos, son más fiables y seguros.
Si quieres más detalles sobre cómo cargar tu vehículo eléctrico, en concreto respecto a la carga, sus conectores y sus diferencias, te lo contamos en nuestro blog.
Un punto de recarga doméstico o cargador de pared, es una unidad de carga específica para la carga de tu vehículo eléctrico. Como su propio nombre indica, se instala sobre la pared de la casa o la del garaje, y hace que la carga de los coches eléctricos sea más fácil, rápida y mucho más segura que a través de un enchufe convencional. Además, permiten aprovechar fácilmente las tarifas eléctricas nocturnas más bajas.
Hay que tener en cuenta que existen múltiples cargadores de pared, pero en cualquiera de los casos, este debe ser instalado normalmente por un electricista especializado. Respecto a las opciones, los hay que incluyen una pantalla que muestra directamente los datos de carga, otros que se integran con una app del teléfono para que puedas ver la información en tiempo real. También están los que ofrecen opciones de programación precisamente, para el tema de ahorros según tu tarifa.
Cualquiera que sea por el que optes, lo que sí te recomendamos encarecidamente es que apuestes por la calidad del producto. Un cargador de pared de mala calidad podría acabar con el sistema eléctrico del vehículo, y lo que fue una decisión por ahorrar algo de dinero se puede volver totalmente en contra. Vaya, “lo barato sale caro”, nada nuevo.
Te estarás preguntando cuánto puede costar instalar un cargador para un coche eléctrico en tu casa. Obviamente, como hemos visto, esto depende de múltiples factores, especialmente del tipo de toma de carga y de instalación, pero para darte una estimación, ronda entre los 500 y los 1.200 euros. Además, los fabricantes de automóviles también ofrecen sus propios puntos de recarga domésticos diseñados específicamente para sus vehículos y estos pueden ser algo más caros, pero sin duda, la opción más segura.
Sin meternos en temas técnicos, sí que es preciso controlar algunos aspectos del respecto al suministro eléctrico de nuestra casa, antes de instalar un punto de recarga doméstico. En cualquier caso, los puntos de recarga domésticos más comunes cuentan con una capacidad máxima de entre 3 y 7 kW, compatible con la mayoría de los hogares españoles. De todas maneras, será el proveedor y el instalador los que aclaren estos detalles en cada caso.
No todo el mundo cuenta con una vivienda en la que pueda cargar el coche en su propio punto de recarga doméstico, pero hay múltiples alternativas. Veamos algunas de ellas.
La primera, y una de las más lógicas, es hacerlo igual que hemos repostado gasolina toda la vida. En este caso, es una gasolinera al uso, pero que sirve electricidad. Así que puedes acudir al punto de recarga para vehículos eléctricos más cercano de tu casa y cargarlo allí mismo. Es cierto que en Europa no somos un país puntero en lo que a número de estaciones de carga se refiere, pero el incremento está siendo exponencial. No tardaremos mucho en tener una de estas “gasolineras eléctricas” a la vuelta de la esquina.
La segunda opción es hacerlo mediante un punto de recarga en el garaje comunitario. Por suerte, este ahora es un proceso bastante más sencillo, ya que la nueva Ley de Propiedad Horizontal permite este tipo de instalaciones sin que se requiera la autorización de la Junta de propietarios. Esto te permitirá tener tu propia walbox con un contador individual o conectado al contador general de tu casa.
Otra de las alternativas es utilizar los puntos de recarga de los parkings públicos. Son cada vez más los que cuentan con plazas especializadas para esta función. Además, por Ley, los parkings públicos que cuenten con más de 20 plazas deberán instalar puntos de recarga obligatoriamente desde 2023, por lo que las posibilidades no van a parar de crecer.
Es cierto que los coches eléctricos no son todavía el presente de la automoción, pero basta con mirar echar un ojo cada vez que salimos a la calle para darnos cuenta de que ya están aquí, y que sin duda son el futuro de la automoción en España y en el mundo. Por cierto, si te interesa el tema de los vehículos electrificados seguramente te interese saber qué mantenimiento necesita un coche eléctrico.
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