Que si las patentes llevan años encerradas en cajones, que si baterías, que si la autonomía, que si se incendian, que si contaminan más, que si la Agenda 2030… En los últimos años, los coches eléctricos han ganado popularidad como una sólida alternativa más ecológica y eficiente a los vehículos tradicionales de gasolina y diésel. Sin embargo, persisten muchos mitos y leyendas, muchas veces incorrectas o directamente falsas, sobre esta tecnología innovadora.
Hoy vamos a desmentir todas las creencias erróneas y falsas sobre los coches eléctricos y te explicamos cuál es la realidad de este tipo de vehículos. Desde el alcance hasta el costo y la infraestructura de carga, examinaremos qué es cierto y qué es exagerado cuando se trata de los coches eléctricos.
De esta manera, si estabas pensando en comprar un coche eléctrico de ocasión, tienes toda la información sobre la mesa para tomar una decisión consciente y responsable. Y si no, al menos contarás con los argumentos necesarios para debatir con tu cuñado y su odio desmedido y su teoría de la conspiración respecto a los coches eléctricos y el nuevo orden mundial que quieren imponernos…
El mito de que los coches eléctricos tienen una autonomía muy limitada es uno de los más comunes en cualquier sobremesa que se alargue un poquito más de lo normal. Sin embargo, la realidad es que los avances en la tecnología de las baterías han permitido que muchos modelos de coches eléctricos tengan una autonomía considerable en una sola carga. De hecho, la mayoría de los coches eléctricos modernos tienen una autonomía que supera fácilmente los 200 kilómetros con una sola carga, y algunos modelos de gama alta pueden alcanzar los 600 kilómetros o más. Esto hace que los coches eléctricos sean perfectamente adecuados para la mayoría de los desplazamientos diarios, incluidos los trayectos largos.
El mito de la autonomía limitada de los coches eléctricos puede que fuese cierto un día, pero hoy por hoy han sido desmentidos por los avances en la tecnología de las baterías y la expansión de la infraestructura de carga. En la actualidad, la red de puntos de recarga para vehículos eléctricos se ha expandido de manera significativa, con estaciones de carga rápida disponibles en autopistas, áreas urbanas y otros lugares estratégicos. Veremos en otro punto las leyendas que circulan por ahí sobre las estaciones de carga.
Uno de los mitos más comunes sobre los coches eléctricos es que son demasiado caros para el consumidor promedio. Sin embargo, este mito ha sido desmentido por la creciente disponibilidad de opciones asequibles en el mercado. A medida que la tecnología avanza y la demanda aumenta, los fabricantes están produciendo una variedad más amplia de modelos eléctricos a precios cada vez más competitivos. Además, se están implementando incentivos y ayudas gubernamentales por toda España para fomentar la adquisición de coches eléctricos, lo que reduce significativamente su costo inicial para los consumidores.
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Uno de los mitos más extendidos sobre los coches eléctricos es que la infraestructura de carga es insuficiente, lo que dificulta su uso y limita su conveniencia. Sin embargo, y aunque sí que es cierto que comparados con la media europea, en España todavía hay mucho trabajo por hacer en este sentido, en la actualidad, la red de puntos de carga para coches eléctricos está experimentando un rápido crecimiento y mejora constantemente.
Además, la tecnología de carga rápida está avanzando rápidamente, lo que permite tiempos de recarga más cortos y una mayor comodidad para los conductores de coches eléctricos. Es innegable que todavía requiere un poco de planificación extra, sobre todo para viajes largos, pero los puntos de carga rápida están ubicados estratégicamente en áreas clave, como estaciones de servicio, centros comerciales y áreas urbanas, lo que facilita la carga en cualquier situación.
Otro mito muy común sobre los coches eléctricos es sobre el reemplazo de sus baterías. Sin embargo, siendo honestos, esta percepción no refleja la realidad actual del mercado. En primer lugar, los avances tecnológicos en la fabricación de baterías han llevado a una disminución significativa en el costo de producción de las mismas en los últimos años. Y como resultado, el costo de reemplazar las baterías ha disminuido considerablemente, lo que hace que la propiedad a largo plazo de un coche eléctrico sea más asequible de lo que comúnmente se cree.
Además, es importante tener en cuenta que la mayoría de los fabricantes de coches eléctricos ofrecen garantías prolongadas para las baterías de sus vehículos. Estas garantías suelen cubrir un período de varios años o un número de kilómetros determinado, lo que proporciona a sus propietarios una protección adicional contra el costo de reemplazar las baterías en caso de que fallen prematuramente. Además, las baterías de los coches eléctricos están diseñadas para tener una vida útil prolongada y suelen mantener un rendimiento adecuado durante muchos años de uso regular.
Y para terminar, vamos con uno de los mitos más extendidos sobre los coches eléctricos es que la fabricación de sus baterías es muy perjudicial para el medio ambiente. Sin embargo, esta afirmación no tiene en cuenta el panorama completo y no refleja necesariamente la realidad.
Es cierto que la fabricación de baterías de iones de litio, que son las más comunes en los coches eléctricos actuales, requiere recursos y procesos industriales que pueden tener un impacto ambiental significativo. Sin embargo, varios estudios han demostrado que, a lo largo del ciclo de vida completo de un vehículo, incluida la producción, el uso y el desmantelamiento, los coches eléctricos generan menos emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los vehículos de combustión interna, es un hecho. Esto se debe en gran parte a que los coches eléctricos no emiten gases de escape durante todos sus años de funcionamiento y a que la electricidad utilizada para cargarlos puede provenir perfectamente de fuentes renovables.
Además, la industria automotriz está trabajando activamente para mejorar la sostenibilidad de la fabricación de baterías mediante el uso de materiales reciclables, la implementación de procesos más eficientes y la reducción de la dependencia de recursos naturales escasos. En última instancia, la transición hacia vehículos eléctricos es parte de un movimiento hacia una movilidad más limpia y sostenible, y aunque existen desafíos ambientales en la fabricación de baterías, estos están siendo abordados y mitigados con el tiempo.
En resumen, los coches eléctricos han evolucionado significativamente en los últimos años y muchos de los mitos que los rodean y que puede que fueran ciertos ya no son válidos. Con una autonomía mejorada, costos competitivos y una infraestructura de carga en expansión, los coches eléctricos son una opción viable y competitiva para los conductores de hoy en día.