Prácticamente, cada día muere en España una persona en accidentes de tráfico por conducción bajo los efectos del alcohol o de las drogas. En 2023, más de la mitad de las víctimas mortales de tráfico habían consumido alcohol, drogas o algún tipo de psicofármaco. Todas estas muertes podían haberse evitado…
Conducir es una responsabilidad que requiere atención plena y sobriedad total. Sin embargo, a menudo se subestima el riesgo de conducir bajo la influencia del alcohol o las drogas, lo que puede tener consecuencias devastadoras, no solo para el conductor, sino también para los ocupantes de su vehículo y el resto de los usuarios de la vía pública; es decir, ¡todos! Vamos a explorar en profundidad los peligros de esta combinación mortal, las graves consecuencias legales que conlleva y cómo mantener la seguridad en las carreteras.
Conducir bajo la influencia del alcohol o las drogas afecta negativamente la capacidad de reacción, la coordinación motora y el juicio. Estos efectos comprometen la habilidad para reaccionar adecuadamente en situaciones imprevistas en la carretera y aumentan significativamente el riesgo de accidentes graves y fatales. Con todo esto, las estadísticas siguen siendo verdaderamente alarmantes, ya que como apuntábamos antes, más de la mitad de los accidentes mortales de tráfico están directamente relacionados con el consumo de alcohol o drogas por parte de los conductores.
Las consecuencias legales por conducir bajo los efectos del alcohol varían según la jurisdicción y la gravedad del delito. En general, y como mínimo, incluyen multas sustanciales, la pérdida de puntos en el carné de conducir y, en muchos casos, también penas de cárcel. En algunos países, las sanciones pueden ser aún más severas si se producen lesiones o muertes como resultado del accidente causado por un conductor ebrio. Además, la condena por este tipo de delitos puede tener un impacto duradero en la vida personal y profesional del infractor. Esto no es ninguna broma.
En España, la cantidad de puntos que se pierden en el carné de conducir por conducir bajo la influencia del alcohol varía según la tasa de alcoholemia detectada. Si se da positivo en el test de alcoholemia con una tasa comprendida entre 0,26 mg/l y 0,50 mg/l, se pierden 4 puntos del carné y se recibe una sanción económica de 500 euros. Si la tasa supera los 0,50 mg/l, la pérdida de puntos aumenta a 6 y la multa asciende a 1.000 euros. En casos más graves, como tasas superiores a 0,70 mg/l, se puede enfrentar a una pérdida total de puntos y penas adicionales, como la retirada del carné de conducir.
Es fundamental tomar medidas preventivas para evitar la conducción bajo la influencia del alcohol o las drogas. Por supuesto, lo primero que te viene a la cabeza es: “muy sencillo, no conducir si has bebido”, y sí, estás en lo cierto, pero la realidad es ambos escenarios están separados por una fina línea. Porque hay quien considera que ha bebido poco y sigue siendo seguro… Para evitar esto, podemos hacer varias cosas. Por ejemplo, designar a un conductor que no beberá ni una sola gota de alcohol, usar servicios de transporte público o compartir un viaje, y sí, abstenerse completamente de conducir si se ha consumido alcohol o drogas. Las aplicaciones móviles y dispositivos de alcoholemia también pueden ayudar a los conductores a tomar decisiones informadas sobre su capacidad para conducir de manera segura.
Todos hemos oído frases como: “Es un trayecto corto y lo conozco de memoria”; “Solo he tomado dos cervezas, voy bien”; “He dejado de beber hace más de dos horas”; etc. El consumo de alcohol se ha venido convirtiendo en un acto social en nuestra cultura, y pensamos que las desgracias no nos pueden pasar a nosotros.
Hay que recordar que dos simples cervezas pueden aportar tasas de alcohol que pueden afectar notablemente a la capacidad de conducción. Es por ello que el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte (ETSC) remarca su tendencia a reducir las tasas de alcohol permitidas a cero, con unos máximos de 0,2 g/l en sangre. Solo nueve países de Europa cumplen con esta medida (República Checa, Hungría, Rumanía, Eslovaquia, Estonia, Polonia, Suecia, Noruega y Serbia).
Conducir bajo la influencia del alcohol o las drogas representa un peligro grave para todos los usuarios de la carretera. No solo pone en riesgo la vida del conductor y de los pasajeros, sino también la de otros usuarios que son inocentes y no deben ser los culpables de nuestras imprudencias. Las consecuencias legales severas y las implicaciones a largo plazo en la vida personal y profesional hacen que conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas sea totalmente inaceptable. La seguridad vial es responsabilidad de todos y evitar conducir bajo la influencia es esencial para proteger vidas y prevenir tragedias innecesarias. Gracias.